Cañizos Faura

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FAURA de celebración

35º Aniversario.

Cañizos Faura lleva en el mercado más de 50 años, medio siglo de historia que comenzó con nuestro fundador D. Juan Faura Abril, en la década de los 70. Fabricando de forma totalmente artesanal, tejía junto a su familia en el patio de su casa del pueblo de San Isidro (Alicante), el cañizo que previamente había recogido en la rivera de los ríos.

En aquella época la recogida era libre, pues las lluvias eran fructuosas y el material era abundante. La construcción de viviendas, concretamente cubiertas o tejados, sombrajes o vallado de fincas, plantaciones de tomates y mangos para la escobas de palma, eran su principal aplicación. 

aralelamente a la fabricación del cañizo, se comercializaban y empezaban a producir otro tipo de cerramientos, como el mimbre o brezo; accesorios, como las escobillas utilizadas para encalar las paredes; rollos de esparto para la confección de estropajos o capazos…

La capacidad de fabricación de cañizo era impresionante, y su venta nacional, aunque importante, estaba lejos de los más de 150 camiones anuales (casi 2 millones de metros) distribuidos en el mercado francés.

Hoy en día, la protección medioambiental ha convertido al cañizo en un preciado bien, tanto por su origen natural como por su durabilidad, su resistencia y su alto valor ecológico.

Transcurren los años al mismo ritmo que la economía nacional y, a finales de los años 80, la demanda de artículos alternativos (como el cañizo de PVC), complementarios (como antorchas, cortinas, sombrillas de brezo) o relacionados con la agricultura (tutores de bambú) lleva a buscar nuevas posibilidades para adecuarse a las circunstancia del momento. Así en 1987, se constituía la empresa Cañizos Faura, S.L., con Dña. Constanza Faura como administradora.

A principios del siglo XXI, prolifera la construcción de viviendas adosadas, unifamiliares o rurales, provocando nuevos nichos de mercado, de manera que a la clásica oferta de cerramientos, se incorporan productos adecuados a la nueva demanda.

 

Aparece el boom de la madera con tratamiento autoclave generando una nueva familia que enriquece la lista de Faura: mobiliario de jardín, pérgolas, casetas o vallas… llenan patios y jardines, tanto públicos como privados. Al mismo tiempo introducimos todo tipo de mallas que se distribuyen hasta la fecha (mallas plásticas, metálicas, ocultación y sombreo) complementos de agricultura… y uno de nuestros productos estrella, el césped artificial, que engrosarán de nuevo nuestro catálogo.

INFRAESTRUCTURA, a la altura de las circunstancias.

Evidentemente el desarrollo producido a lo largo de los años iniciales, lleva a una situación que requiere más espacio tanto en oficinas como en almacenes. Así, en los años noventa,   se construyen nuevas instalaciones, en una finca cercana al núcleo del pueblo, con más de 56.000 m2.

En 2003 se amplía el departamento comercial y el espacio dedicado a oficinas, inaugurando un nuevo edificio que complementaría el ya disponible, en el polígono industrial de la Granadina – San Isidro (Alicante).

En el año 2018, de nuevo, las necesidades de la empresa requieren de un mayor complejo de infraestructura destinada a almacenaje, distribución y logística general. La solución pasa por la adquisición de una nueva parcela de 30.000 m2, que albergará nuevos despachos, dependencias y almacenes, con una extensión de 19.000 m2 de edificación. 

Hoy en día, la empresa cuenta con 100.000m2 en los que se centraliza tanto la fabricación como la comercialización y distribución de nuestros productos, además de grandes espacios que acogen todos los departamentos de gestión destinados a fortalecer cualquier escenario que se pueda presentar en el futuro.